jueves, 24 de septiembre de 2020

Liberación de Daniel Alexis Zambrano Castro

El toque de queda había terminado, lo que se tenía por normalidad retomaba sus espacios, se sentía como si la primavera estuviese llegando en una tarde cálida. Se abrían después de tanto tiempo las puertas del campus universitario, y en aquel lugar, otra vez nacían infinidad de ilusiones, que a veces se sueñan con ingenuidad.

El estudiante sabía que la volvería a ver entre los espacios en los que transcurre la cotidianidad de la vida académica, estaba feliz de verla. Y cómo no, si en medio de esa locura, la había convertido en su oasis. Y así, tan perfecta y mundana la miraba entre los espacios de la ciudadela, de la mano de sus libros y con aquel manto divino que ahora iluminaba la vida de otro personaje, con el cual ella había decido compartir su brevedad; esa efímera existencia, que en algún momento compartieron entre ellos.

Los ánimos de la inconformidad de los abusos cometidos por el gobierno durante el encierro no se hicieron esperar. Posterior a la apertura del Campus, se convocó una asamblea estudiantil, en la que se decidiría realizar una movilización haciendo un llamado a la rebeldía, en la que anidan las esperanzas de un nuevo orden, uno más justo y equitativo el cual sería sostenido firme en su derecho a protestar, manifestado en un llamado tropel en la portería de la 65.

Y así fue, la vitalidad y el vigor mostrada en aquella protesta por parte del púlpito que la revolución engendraba; en donde aquel estudiante deseoso de que en la guía de su pulsión de muerte pudiese salir victorioso, que de la destrucción de ese orden establecido se convirtiera en una reformación suya y de su amada; a la final ella representaba ese pueblo, ese que va en busca de su liberación, él besó muchas veces esa boca que junto a la suya gritaban rebeldía.

De momento, la línea policial se acercaba, el panorama campal se visualizaba, los latidos se aceleraban, por entre la cortina del día que desamparados los observaba como en aquel campo de batalla en el que las caderas de su idilio se aceleraban hacia él. El universitario como en aquel entonces, no se habría permitido que quedase espacio sin ser conquistado.

El cuerpo represivo del estado ha perdido su control, el policía ha desenfundado y la bala ha impactado su objetivo, la sangre del estudiante comienza a brotar a cántaros, inunda todas las esquinas, como aquel vino con el cual se embriagaron de pasión y deseo aquella noche que la conoció.

La liberación ha llegado, su espíritu es libre de inconformismos y resignaciones, su voz ha encontrado un grito definitivo que retumbar en la eternidad, el último palpito ha latido por un sentimiento puro como la existencia, ve de frente a la muerte, la besa con pasión su boca, tiene sabor a ella.

10 comentarios:

  1. Muy bien desarrollaos el desenlace , era cómo crónica de una muerte anunciada , pero el final fue muy poético aunque el beso con la muerte suele ser demasiado quemado , no deja de ser sutil y gravable de leer el cuento

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  2. Genial ola lo leí y te vi recitándolo como aquellas veces q salías con tus discursos. Tengo la certeza que esas palabras más en tu sangre la llevas en tus actos porq reflejas la resiliencia de un estudiante inconforme con el gobierno q anhela o que anhelamos un mejor horizonte para nosotros.

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  3. Sabia que las palabras sueltas que nos decías en los descansos, se convertirían en arte que seria publicado... te felicito 👏

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  4. Es curioso conocer a los actores de esta historia y, más que cualquier cosa, impresiona ver lo fácil que este cuento puede volverse una predicción del futuro en este país. Adoré ayudarte y ver que la U también gustó de él...

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  5. La idea principal del escrito describe a la perfección el sentimiento de lucha y satisfacción de quienes buscan el bien colectivo, así pues, que esta coyuntura por la que atraviesa el país sirva para crear este tipo de escritos es excelente. Gracias a ti y a la academia por abrir estos espacios que permitieron por medio de este texto plasmar lo que muchos sienten. Felicitaciones!

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  6. Que buen cuento compa, no le conocía tales inspiraciones. Me alegra leerte y saber que aún en la lejanía tu espíritu rebelde y poético se hace sentir.

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