lunes, 10 de agosto de 2020

Proyecto Cenotafio de Simón Tirado Posada

La máquina estaba casi lista, faltaban unos pequeños ajustes para cumplir su función. El fin se acercaba.

A unos cuantos metros de mi cabaña, estaba la construcción que siempre había soñado erigir: El Cenotafio, enteramente basado en el proyecto que no alcanzó a ver la luz de Étienne-Louis Boullée: el Cenotafio de Newton. Si bien, aunque fue un total plagio a su diseño, hice mis propias mejoras para convertirlo más allá de una obra arquitectónica, y ello fue una máquina que me permitiera cruzar el umbral de la vida, en donde me esperaba un mundo idealizado y fantástico, en el que por fin pudiera tener paz del mundo y sus conflictos.

Cuando mi programa me informó que el Cenotafio estaba listo, me vi emocionado al saber que el trabajo de mi vida finalmente estaba hecho.

Luego de un par de minutos caminando a través del bosque, en medio de una noche sin estrellas, logré llegar a la ubicación del Cenotafio, y mi primera impresión fue la aparición de un paisaje estelar que cubría toda su esfera gigante, un cielo estrellado que reflejaba un universo totalmente nuevo.

En ese momento, no pude más que sentir una profunda impresión ante la idea de que haya funcionado, recordando los años melancólicos en los que me llamaba loco por siquiera pensar que algo así fuera posible, pero aun así motivado a continuar con el proyecto por el sentimiento de no pertenecer a este lugar, pues aunque siempre me recordaba la frase de Gandhi en la que afirmaba que debíamos ser el cambio que queríamos ver en el mundo, realmente estaba cansado del mismo y de su gente... Simplemente, quería escapar.

Admirando la hermosa vista, me acerqué hasta el Cenotafio para entrar en contacto con la esfera, y, lentamente, intenté adentrarme en aquel universo vigoroso y pequeño, hasta que se hizo terriblemente gigantesco. En ese preciso momento, supe que había sido engullido completamente, y, a su vez, que el fin estaba más próximo de lo que pensaba. Con cierta desesperación, que iba rápidamente en aumento, sentí cómo me estaba desapareciendo lentamente, casi en una especie de desintegración física, mientras que de mí se desprendía un ser de luz, quien se notaba contento, pero a la vez nostálgico. Luego de haberse separado parcialmente, volteó y me miró directamente a los ojos, y sentí como si se estuviera despidiendo de mí, como si fuéramos amigos de siempre cuyas vidas se ven separadas por un catastrófico acontecimiento.

Después de haberse separado completamente de mí, me dio una última mirada orgullosa, y comenzó a alejarse de mi a una velocidad moderada, hasta que se perdió en el firmamento.

En cuanto a mí, lentamente fui desapareciendo en medio de este mar estrellado, hasta que, al fin, con algo de desconcierto, supe exactamente qué me esperaba: La nada absoluta.

Después de haberse separado completamente de mí, me dio una última mirada orgullosa, y comenzó a alejarse de mi a una velocidad moderada, hasta que se perdió en el firmamento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario