lunes, 31 de agosto de 2020
Perspectivas traspuestas de Santiago García Rendón
Hoy hacía calor, los rayos de sol alumbraban por doquier, las hojas del árbol de Mulí que está detrás del bloque de artes, se veían más verdes que de costumbre, me detuve a observar mientras iba a la clase de integral. Cuando salí, vi el guayacán que está justo al frente del 12, lleno de flores amarillas. Entusiasmado fui a la biblioteca para estudiar un poco, encontré una exposición de membrácidos, había uno con forma de ce y colores vivos, me pareció sorprendente. Después fui a otra clase, creo que las matrices son como un jueguito. El día estaba marchando bastante bien, hoy le sonreí a alguien que me llama la atención, me entristeció tanto, él no mostró reacción alguna.
Jueves, 10 de abril, 2014.
Creo que fue una pésima idea usar una camisa de mangas hoy, me estoy derritiendo, en el laboratorio obtuve un porcentaje de error de 50% en un experimento con glicerol, tal vez tenga que repetir la práctica. Admito que últimamente no he tenido buenos resultados. Olvidé que tenía un libro de reserva prestado y me cobraron una multa carísima, creo que la biblioteca vive de ellas. Además de la multa, boté mi carné, y tendré que sacar uno nuevo, con todos estos gastos, no sé cómo llegaré a fin de mes. Las operaciones con matrices me aburren demasiado, sin embargo al final de la clase de álgebra, me di cuenta de que no había sido del todo un mal día, hace días que vengo mirándolo y hoy finalmente me sonrió.
sábado, 29 de agosto de 2020
Decanatura del lavado UN de Juan David Suaza Vasco
Al final del día un grupo de docentes, investigadores, administradores y estudiantes reciben de sus manos las llaves de sus “naves”, piloteadas y puestas previamente en manos del decano del lavado, del “pispo”.
Y cuando el sol comienza a caer al occidente del valle del Aburrá, entre la comuna 13 y la comuna 8, una fila de carros relucientes sale de la U por la carrera 65, reflejando el sol de la eterna primavera en vidrios y espejos. Mientras tanto el pispo se pierde entre el ruido y el flujo de la calle Colombia, se desvanece en el smog, en el tiempo, mutando en un personaje eterno, inmortal para aquellos que en su memoria conservan recuerdos de su paso por el campus de la UN “El Volador”.
viernes, 28 de agosto de 2020
Naranja de Laura Gaviria Vargas
Largos meses vagamos por varios municipios. Nos quedamos en penosos hoteles y estuvimos sin raigambre alguno antes de llegar aquí.
Ahora es septiembre; desde marzo estamos viviendo indefinidamente en una casa antigua de sólo dos habitaciones.
Nuestros días se pasan entre fértiles y espesos montes. Silenciosos, pero llenos de nebulosos y encantadores rumores.
Estamos decididos a permanecer fuera del panorama por las múltiples amenazas. Nos perturba el sistemático transitar de las avionetas a altas horas de la madrugada antes levantar el alba.
Nuestra situación está mejorando.
Los últimos meses hemos vivido en la calma de las tareas domésticas, cultivando la huerta, cuidando a los animales y dedicados a los pocos libros que siempre nos acompañan.
Estoy embarazada y llena de esperanza.
Creo que tiempos mejores vendrán pronto para nosotros.
Te queremos.
Esperamos que entiendas nuestra intermitencia.
Dale abrazos a los pequeños de nuestra parte.
Por el momento es mejor que no sepas nuestra ubicación.
Esperamos pronto saber de ti.
II.
Perdónanos la distancia.
No nos sentimos bien.
No ha sido fácil para nosotros.
El embarazo ha traído consigo severos dolores y me han mantenido en cama.
III.
Salimos sólo con lo que llevábamos puesto.
El horror llegó de nuevo con su trágica bruma.
Decidimos enterrarlo y abandonar la casa.
No pudimos hacer más…
Era estremecedor míralo.
No sabemos si nos daba más asco o dolor…
Sólo sentíamos un inexplicable y profundo miedo.
Débiles y dispares miembros.
Las puntas de los dedos con tiernos cartílagos repletos de amarillenta y fétida pus.
Entre los pliegues de su suave vellosidad estaba conectada la desnuda y pequeñísima cabeza por el cuello apenas perceptible. La asimetría de la boca apenas formada y de la minúscula nariz, emanaban abundantes burbujas de verde mucosidad. Por la espuma sabíamos que se prolongaban los débiles respiros de la vida de la miserable criatura.
martes, 25 de agosto de 2020
Sombra perpetua de Alejandra Zapata Tamayo
Con tal banalidad y subjetivismo, de nada sirve buscar un origen, pues aquello que buscamos solo está ahí y aunque lo sabe todo, nunca ha dado destello sobre su proceder, nos condenó al olvido su cuna. Quizás fantasea en su espera, con encontrar algo digno, pero en este mundo suena a milagro. Esta sombra que no se refleja, ni tiene forma, se ha construido una imagen. Y aunque no toma favoritos, a veces se ensaña y se divierte otorgando un poco más, mostrándose a la luz de las ideas.
Cuenta la historia que pasados los siglos existió Alguien, con modestia y amabilidad tan carente de su especie que aquella sombra se mostró intrigada. Por primera vez no era buscada aunque si aceptada. Tanto se extrañó, que se mostró a la figura con su mayor esplendor; siempre había sido ella a la que habían deleitado pero esta vez se vio en la necesidad de deleitar. Alguien al verla, con parsimonia real se paró, la observo y como el primer rayo del sol, fugaz pero certero, enarco una leve sonrisa, tan compleja, tan hermosa… tan digna. Ahí la sombra entendió que ella misma se había cegado al sentirse superior, había dejado escapar este hecho por nunca plantearse la posibilidad. Su ser se acongojo por el suceso pero se recompuso súbitamente al comprender lo que Alguien había sabido antes que ella. Era su par, su otra mitad, ella era la sombra y Alguien su perpetuidad.
lunes, 24 de agosto de 2020
Velada en la biblioteca de Daniel Felipe Martinez Gamboa
Afortunadamente para mí, el descalabre con el tema de las notas fue general, por lo que la mayoría comenzó a cancelar sus planes de socializar las siguientes semanas para enclaustrarse en la biblioteca. Eran buenas noticias ya que desde el momento mismo en que anunciaron la apertura de la biblioteca 24 horas el plan para compensar mi terrible falta de valentía se formó en mi mente, sólo me faltaba encontrar un grupo de estudio.
Pero mi dicha, no era por el estudio, era por la posibilidad de que ella estuviera casualmente en ese mismo grupo. Casualidad que no pude haber ejecutado de mejor manera, aparecí por el costado justo cuando entre sus más cercanos se fraguaban los detalles y la fecha, y el chiste sobre la posible necesidad de proveerse de sacos de dormir, me permitió una entrada casual y más bien divertida a la discusión. Sin darme cuenta ya estaba dentro y el martes previo al parcial, pernoctaríamos en torno al código civil.
La velada se perfilaba ideal, la posibilidad de pernoctar en el campus y no como consecuencia de un viernes cultural salido de madres, no dejaba inquieto a mi niño interior, que años atrás soñaba con pasar así fuera una noche de acampada con sus compañeros en el colegio; el plus de la presencia de ella y las infinitas posibilidades que eso traía, no hacían sino darme una visión harto placentera del derecho privado.
Alrededor de las 8 fuimos llegando al segundo piso de la biblioteca, que estaba particularmente fría esa noche; me sonreí de haberme equipado del saco de dormir y sabiendo que ella llegaría tarde, comenzamos a estudiar. Yo copiaba los puntos clave que mis compañeros señalaban, y asentía serena y sobriamente con los debates que planteaban siendo bastante inútil en el proceso pero resguardo en el arte vástago que es la
retórica vacía.
El corazón se me trepó a la garganta cuando reconocí su cabello crespo subiendo las escaleras, para mi dicha los ángeles habrían querido que la silla libre fuera justamente la de mi izquierda. La incomodidad que sentí después debió ser precisamente mi corazón bajando de la garganta al culo, cuando vi que arrastraba tras de sí los crespos de su pareja, quien muy amablemente se presentó, mientras se sentaba a mi izquierda.
El resultado de mi plan no fue sino un digno 3,0, adornando mi nota final, a ella la seguí añorando con una cobardía sublime y sé que al día de hoy es muy feliz con otra pareja. Mi recuerdo durmiendo a las 3 de la madrugada en la biblioteca de la universidad, envuelto en un saco de dormir y mecateando las papas fritas que traía escondidas su acompañante, es aún uno de los más gratos que tengo de mi paso por la universidad.
martes, 18 de agosto de 2020
Visiones en el prado de Johanan Ramos Loaiza
Veía a Juan Nepomuceno de los ríos, vecino de la ciudad de Cartagena, mientras se dirigía a su casa caminando despacio y sin ningún temor, en el año de nuestro señor de 1740 en el mes de marzo.
El venia de observar la llegada de nuevos esclavos, mano de obra buena aunque algo cara para su bolsillo golpeado en los últimos años, cuando de súbito cae una bomba en mitad de la calle; juan desorientado, herido y golpeado, se levanta y caminando rengo y lento va hacia su casa, preocupado por su esposa e hijos y posesiones; rogando al santísimo que no sean menoscabadas sus posesiones.
Resulta que había arribado al puerto, el temible almirante ingles Vernon; no obstante la preparación constante y sin parar a la que se había sometido la ciudad en los últimos meses, el arribo del almirante los lleno de temor.
Pronto llegaron los negros de Juan a ayudarlo, llevándolo en volandas a su casa, donde ataviado de su uniforme se vistió cual Adriano y surgió de sus heridas para la guerra, y al son de sus gritos sus hombres corrieron cual corceles para la batalla.
Se pertrecho en un alcazabar, donde divisaba a los descreídos del norte, y disparaba con eficacia y puntería de manera tal que cada tiro correspondía a un muerto.
Mientras tanto sus negros lucharon a sangre, sudor y fue contra los invasores. El tiempo llego y el invasor fue repelido para gloria apostólica; Juan fue premiado por el regidor, debido a sus grandes servicios y resulta valentía, con los mejores vinos, jamones y oro; y de resultas que también fue nombrado caballero.
Pero no todo fue alegría en aquel día para Juan, pues lastimosamente al llegar a su hacienda, se enteró que un negro de nombre alirio, quien había vuelto lastimosamente sin una pierna del combate (razón por la cual ya no servía para el trabajo); se había robado de la bodega una salchicha sin mediar permiso y aunque se había sido castigado, Juan no tuvo más remedio que matarlo.
En fin no todo puede ser alegría en esta vida, pensaba Juan.
Me levante con la cabeza fresca, pero lamente llena de preguntas, entre ellas ¿qué hubiera sido de mis antepasados de haber sido negros? De pronto recordé que si lo eran, me monte en la bicicleta rumbo a mi casa.
Campo tenue de Catalina Carrillo Guzman
Mi sombra junto con otras sombras recorremos este campo tenue, cansados, felices. Restregando nuestra forma como motín hacia estas montañas.
A las afueras hay bocas, formas individuales, simples sombras… señalando, ‘¿Cómo será físicamente?’, se dicen.
En el corazón de este valle se delimitan las penumbras y la oscuridad, una oscuridad fabricada con sombras y orgullo, formas desconocidas, sombras que…
Sentados, esperan ver a Sueño a los ojos.
Tantas historias hay en esta negrura, de testigos esta el sol y la copa de los arboles. Historias vulgares, cómicas y privadas, contadas muchas veces e ignoradas en la madurez.
¿Lo recuerdas?
Nuestras voces hacen eco en esas bocas y parirán el viento que moverá las almas ajenas a este campo.
¿Lo recuerdas?
Arboles altos, caminos conectados y edificios vacios.
Lo recordamos.
Ahora es un campo deshabitado, denso, lleno de nada.
Las penumbras ya no dicen: ¿Cómo? ¿Dónde?
Recuerda.
Los recuerdos son solo eso, hasta que toda esa carne y anécdotas se unan a la memoria de los olvidados.
Recuerdos cultivados en el campo tenue.
Cheek Llarión
jueves, 13 de agosto de 2020
Mi Primera Vez de Ricardo Ramírez Naranjo
Con el tiempo dejó de importarme lo que pensaran los demás. Los años metabolizaron la atracción hasta convertirla en un cariño profundo, que se afianza más y más con cada nueva vez que repetimos la rutina de vernos para pequeñas reuniones de dos horitas. Es quizás por la nostalgia con la que se recuerda la primera vez, pero cuando lo pienso creo que lo que realmente me atrajo no fue su apariencia sino su energía. Incluso cuando me llevaba al borde del soponcio con su enredado ulular, incluso cuando me ahogaba entre el mar turbio de su dialéctica y aun cuando parecía traerme de nuevo a la vida solamente para confirmarme más muerto que nunca por sus palabras, con todo y eso, basta acercársele un poco para detectar la pasión que esconde detrás de una lógica que sólo es suya y de nadie más.
Ahora ya no me aburre, pero sigo sin entenderle ni una palabra.
Epílogo:
<< La termodinámica es un tema divertido. La primera vez que pasas por la materia, no la entiendes del todo. La segunda vez, crees entenderla salvo por uno o dos pequeños puntos. La tercera vez estás completamente seguro de que no la entiendes, pero para entonces estás tan acostumbrado a eso que ya no te importa >>
Çengel y Boles, Thermodynamics: An engineering approach
lunes, 10 de agosto de 2020
Proyecto Cenotafio de Simón Tirado Posada
A unos cuantos metros de mi cabaña, estaba la construcción que siempre había soñado erigir: El Cenotafio, enteramente basado en el proyecto que no alcanzó a ver la luz de Étienne-Louis Boullée: el Cenotafio de Newton. Si bien, aunque fue un total plagio a su diseño, hice mis propias mejoras para convertirlo más allá de una obra arquitectónica, y ello fue una máquina que me permitiera cruzar el umbral de la vida, en donde me esperaba un mundo idealizado y fantástico, en el que por fin pudiera tener paz del mundo y sus conflictos.
Cuando mi programa me informó que el Cenotafio estaba listo, me vi emocionado al saber que el trabajo de mi vida finalmente estaba hecho.
Luego de un par de minutos caminando a través del bosque, en medio de una noche sin estrellas, logré llegar a la ubicación del Cenotafio, y mi primera impresión fue la aparición de un paisaje estelar que cubría toda su esfera gigante, un cielo estrellado que reflejaba un universo totalmente nuevo.
En ese momento, no pude más que sentir una profunda impresión ante la idea de que haya funcionado, recordando los años melancólicos en los que me llamaba loco por siquiera pensar que algo así fuera posible, pero aun así motivado a continuar con el proyecto por el sentimiento de no pertenecer a este lugar, pues aunque siempre me recordaba la frase de Gandhi en la que afirmaba que debíamos ser el cambio que queríamos ver en el mundo, realmente estaba cansado del mismo y de su gente... Simplemente, quería escapar.
Admirando la hermosa vista, me acerqué hasta el Cenotafio para entrar en contacto con la esfera, y, lentamente, intenté adentrarme en aquel universo vigoroso y pequeño, hasta que se hizo terriblemente gigantesco. En ese preciso momento, supe que había sido engullido completamente, y, a su vez, que el fin estaba más próximo de lo que pensaba. Con cierta desesperación, que iba rápidamente en aumento, sentí cómo me estaba desapareciendo lentamente, casi en una especie de desintegración física, mientras que de mí se desprendía un ser de luz, quien se notaba contento, pero a la vez nostálgico. Luego de haberse separado parcialmente, volteó y me miró directamente a los ojos, y sentí como si se estuviera despidiendo de mí, como si fuéramos amigos de siempre cuyas vidas se ven separadas por un catastrófico acontecimiento.
Después de haberse separado completamente de mí, me dio una última mirada orgullosa, y comenzó a alejarse de mi a una velocidad moderada, hasta que se perdió en el firmamento.
En cuanto a mí, lentamente fui desapareciendo en medio de este mar estrellado, hasta que, al fin, con algo de desconcierto, supe exactamente qué me esperaba: La nada absoluta.
Después de haberse separado completamente de mí, me dio una última mirada orgullosa, y comenzó a alejarse de mi a una velocidad moderada, hasta que se perdió en el firmamento.
El cruento Adiós de Carlos Daniel Corredor Salcedo
Eran las 6 de la mañana de un día cualquiera. Inoportuna pandemia, susurraba mi Hyde mientras bebía una taza de café. Pensaba en lo inhumano que es tener herida el alma al saber que la realidad había permeado mis últimas vivencias en casa. Así que, para remediar mis dolores, contacté a un viejo hermano y recreé los instantes borgianos que había alimentado mi vida.
Y no hubo más reparo que adentrarnos en los recuerdos. Analizamos a cabalidad las lluvias, los soles y los olores que emanaban las huelgas; mi cuerpo revestido de nostalgia remembraba la actitud competitiva de mis facultades humanas en mi facultad, a colación llegaban los balones perdidos y la lujuria del gol al romper al rival en las canchas de casa, que siempre quedarán en mí.
Y recordamos los rincones que nos hacían ser un patrimonio. Tanto fue, que cerrando los ojos y transportándome a sus vísceras, olvidé todo mal y peligro al que estaba sometido; sentado en un Ágora meditabunda en extrema soledad; le agradecí a la vida por haberme permitido volar entre guaduas, cotorrear en las escalas, correr en búsqueda de mis superiores, parquear mis sueños en silencio y gritar por mis derechos. Yo diría con total seguridad hermano, que el tiempo nos hace crecer de una manera insólita, pero no con ese mismo porcentaje; podría asegurar que uno se despide de las cosas que lo hicieron feliz.
Al terminar la taza de café y al dejar a un lado mi aparato electrónico, me levanté a seguir viviendo.
sábado, 8 de agosto de 2020
Matarifle de Elkin Dario Quintero Morales
Rifle, con su espíritu solitario, egoísta y asesino, disparaba silenciosamente en su libreta de apuntes, palabras medidas a su maléfico plan de exterminio de los dígitos: negando los 9 meses del embarazo; sacando del aire al Chavo del 8; eclipsando las 7 maravillas del mundo; desvirtuando la aplicación de las 6 funciones trigonométricas; discapacitando las sensaciones de los 5 sentidos del cuerpo humano; desorientando los 4 puntos cardinales; desobedeciendo las 3 leyes de Newton; afectando negativamente los 2 hemisferios cerebrales; pensado solo en 1 vida, la suya; y simplemente poniendo el 0 a su izquierda, porque para muchos, allí posicionado no vale nada.
MataRifle, el otro gemelo, con aliento simpático, más que aniquilación prefería sumergir sus letras en los encuentros de semillas que germinan a los 9 meses en orden a ser parte de 1 de los 9 planetas, y que florecen al desarrollar sus 5 sentidos en el espectro de los 7 colores del arcoíris y los acordes de las 7 notas musicales en guitarras en forma de 8; privilegiando así, espacios de socialización (la plazoleta cuadrada de 8 casillas y la media luna construidas a partir de cálculos con las 6 funciones trigonométricas) ubicados con la precisión de los 4 puntos cardinales, en donde se generan charlas infinitas durante los 7 días de la semana, a veces con 0 silencio, en torno a las 7 maravillas del mundo moderno y antiguo que han necesitado de la afinación de los 2 hemisferios de sus cerebros y el entendimiento a la perfección de las 3 leyes de Newton.
viernes, 7 de agosto de 2020
Eterna divagación de Sara Sofía Reyes Villamil
La brisa trae a mi nariz olor a marihuana soltados por bocas quienes descansan del vivir, mis oídos focalizan risas, conversaciones triviales y trascendentales, oyen las diferentes ágoras de conocimiento que se forman; en medio del bullicio soy silencio otorgo mutismo a este lugar. Este lugar, donde estudiantes iluminados vagamente por la luna, cubiertos por un abrigo etílico y acogidos por el epicentro universal del
conocimiento reflejan la sociedad, un pequeño espejo donde me veo sumergida cada día, obligada a ver el desasosiego de la civilización, el agua no está turbia y no soy ciega; no soy un número ni ciega, por eso siento y siento dolor, el mejor síntoma de saber que estoy aquí y no naufraga en mi mente; este espejo también muestra el brillo de almas fuertes que luchan a papel y lápiz por un mundo mejor, todos ellos son mi esperanza de un cambio.La deconstrucción del ser que formamos en nuestra vida universitaria es la construcción de una nueva sociedad, un metamorfismo individual y de la vida en su totalidad.
Entre tanto divagar, saco el celular del bolsillo, ya es hora; camino, llego a humanas, compro mi dosis de nicotina y cafeína, perfectas para comenzar el día. Camino y pienso, respiro y existo soy mendiga que vaga de bloque en bloque, del volador al rio, entre profesores y estudiantes, rodeada de vida, en el arcoíris de energía soy un agujero negro, entre tanta compañía me siento sola, tanta tinta vomitada por mis lapiceros, tantas palabras escritas y ninguna oración me dice quién soy, solo me dan la promesa un seré.
Las largas caminatas por el campus me dan espacio para reconocerme; la afanada ansiedad de conocer la otredad evita el paso a la anhelada mismidad, comparto y vivo con otros, pero ¿Quién me conoce? ¿Quién soy? ¿Quién seré? No lo sé, pero las respuestas las encontraré en este lugar.
miércoles, 5 de agosto de 2020
Receta para gusanos en el estómago de Valentín Marín Jaramillo
Desde el alba hasta el morir de la luz de cada día retén su imagen y olvídate de ti,
Suprime tus alegrías, y aplícale gotas amargas,
Échale abundante licor por cada carencia de afecto,
Utiliza mucho amor artificial, y un tris de verdad,
Agrega sátiras a gusto y disgusto,
Métele desconfianza y posesión hasta que sientas el dominio en la receta,
Si lo ves necesario célale y evita que se junte con otros ingredientes,
Estrésate con frecuencia y échale culpa a todo el mundo,
Cocina todo a presión hasta que las cosas se pongan calientes y hagan gritar de tanta presión,
Mezcla todos tus problemas y ofrécele el resultado a quien menos lo merezca,
Cuando sientas que todo te cae mal, sabe a dolor, te revuelca el estómago y altera tus sentidos,
Estarán listos los gusanos estomacales.
Afortunadamente consumir un poco de eso me dejo con un gran promedio y reputación.
martes, 4 de agosto de 2020
UN OVNI de Andrés Otaya Burbano
Acabamos nuestro entrenamiento a eso de las diez y media de la mañana, llegando a una de las plazoletas de la universidad, cerca del kiosco denominado “abejitas”, y como estábamos cansados decidimos reposar unos momentos acostados boca arriba cada uno en una banca del lugar, y cuál sería nuestra sorpresa al ver en el cielo totalmente despejado un ovni, no lo podíamos creer, pensábamos que eso sólo lo podíamos ver en la televisión, en la Internet, en las revistas, en los periódicos y no en vivo y en directo como lo estábamos presenciando.
El ovni estaba conformado por una nave en forma de regla, así rectangular, que se movía como un péndulo, la parte de arriba quieta y la parte de abajo en movimiento, estaba en posición vertical y emitía una luz blanca brillante en todo su cuerpo, a su lado habían ocho naves redondas, también bien brillantes, gracias a la luz blanca que emitían, ubicadas al lado derecho de la nave mayor, una detrás de la otra, y una más alta y las demás más bajas en orden descendente. La nave en forma de regla estaba pendulando y las naves redondas quietas. Así estuvieron aproximadamente como unos diez minutos, cuando de repente se empezaron a elevar en conjunto, la nave mayor siguiendo con el movimiento descrito, y las naves menores detrás de ella en orden y en fila oblicua. Nuestra vista las siguió hasta que desaparecieron de nuestro alcance, siempre brillando con una luz intensa y blanca.
Luego de que pasó el éxtasis de la visión charlamos con mi amigo y llegamos a la conclusión de que las naves vistas no eran de éste mundo, que eran un típico ovni sin una explicación determinada. A lo mejor correspondía a seres de otros planetas.
Por la noche mi amigo Carlos y yo estuvimos pendientes de los noticieros, de la Internet, para ver si alguien más había visto lo que vimos, y se pudieran conocer más detalles, pero lastimosamente al parecer nadie miró lo que nosotros observamos, y como en el preciso instante de nuestro avistamiento no llevábamos cámaras fotográficas o filmadoras, pues no pudimos registrar ese gran momento.
Desde ése día ni Carlos ni yo hemos vuelto a ver otro ovni, realmente esa fue una experiencia única que tal vez nunca más se volverá a repetir.
Magically de Luis David Libreros Ponce
I was able to call you "Friend" after that incident, remember? That reckless hound that yearned for my death, but you defended me, you came out of total fiction to chase away that demon from my sight, from that moment I could understand that you would be a giant member of my thoughts and reason, so I followed you. I wished you all the best in my deepest thoughts, even if I treated you with rusty words, I couldn’t open my heart and express to you how great my love for you was.
Despite all the fights and disparities, we were still together, an unreachable duo, between camping and nature outings, it could be said that there was nothing else that could not be learned that was not learned if you were not around. However, you had to grow, you had to change. This world of the devil wants us to change our purest feelings and fill them with machinery and optimization. I could only observe, happy and sad, how you ventured on the paths of knowledge and left aside the nature that you were so eager to explore with me.
You returned years later, my senses returned to see how you got off of that strange contraption at the old door, at your home. However, when you offered that slight smile to our forest, in which we always met, you were not able to see me, that innocent child that I had known many years ago had disappeared. Does this fairy no longer fit in your love and thought? Can't you feel me no more, listen to me, or even remember me?
With these last words, I say goodbye, my “Friend”, when I see you drive away across the plain with your speed gadget, I suppose that our destiny finds the stop at this precise moment. I regret your death, and for this, I direct my words to your grave, but it is not a physical grave, of course not, with the reflection that I see I'm graced, thanks to my green eyes as our relationship, of you as an entity that I do not understand, but blissful. Even so, this fairy makes your burial of her mind, I cannot bear such an imposing being over my thoughts, to walk away without any memory.
Since I magically loved you, I physically buried you.
domingo, 2 de agosto de 2020
sábado, 1 de agosto de 2020
Presentación del concurso
¡Anímate a contar esas historias vividas en la Universidad!
Recuerda inscribirte y envíarnos tu cuento al siguiente enlace: https://bit.ly/33byiIM